Carne de Chango: El platillo exótico de Veracruz
México es de los países más ricos a nivel gastronómico y casi sin importar a qué estado de la república vayas, seguro encontrarás ricos alimentos para deleitar tu paladar, aunque también hay unos cuantos manjares de nombres extraños, tal como el platillo exótico de Veracruz que se conoce como Carne de Chango.
El origen de la carne de chango de Veracruz
Este platillo de nombre exótico surgió en la región de los Tuxtlas, la cual abarca zonas como Catemaco, Santiago Tuxtla, Hueyapan de Ocampo y San Andrés Tuxtla. Se conoce que la sirven con guarniciones como puede ser el arroz o frijoles y puede comerse con tortillas, también memelas y hasta picadas (o como se le podría conocer en CDMX sopes).
La carne suele marinarse con achiote, chile, además de otras especies que dependerán quién lo haga, algunos le agregan jugo de naranja, y por último puede ser ahumada o directamente con leña.
¿Es carne de chango?
De acuerdo con la historia que se conoce del platillo. Esta se prepara con la carne de los primates que abundaban en la región de Veracruz, específicamente la del mono araña. Con tantos ejemplares, las antiguas civilizaciones los cazaban para comida o los hacían sus mascotas, aunque no dudo que ese animal de compañía pasaría a ser también alimento.
Así que tal como podrías comer pollo, carnero, res, conejo y otros animales, este platillo tiene sus bases en la carne de los monos; sin embargo, hay que aclarar que esto ya no ocurre así desde varias décadas.
De acuerdo con la página del Gobierno de Veracruz, en el apartado de turismo, la Carne de chango se reconoce como un platillo que se prepara con carne de cerdo, el cambio se dio por la excesiva caza de los primates que redujo su población; y ahora, los veracruzanos deben preservar a las especies, aunque es posible que en algunas zonas aún lo consuman como el platillo se creó originalmente.
Existe otra teoría que dice que el platillo siempre fue carne de cerdo, pero debido a como se preparaba, ésta se tornaba en un color rojizo y obtenía un sabor particular que a los lugareños les pareció gracioso decirle a los turistas que su comida provenía de un mono; sin embargo, esta versión no se confirma, pero tampoco hay que descartar el gran sentido del humor que suele tener el mexicano. La pregunta final es ¿Te atreverías a comerlo?
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