10 discos de shoegaze para rendirle tributo a tu amor adolescente
Ya sea para expandir el catálogo de todos los fanáticos de la “música para mirarse los zapatos”, o para introducir a nuevos oídos en este curioso género, hemos hecho el siguiente listado: una selección de discos de shoegaze que ha dejado deliberadamente fuera producciones de bandas como My Bloody Valentine o Slowdive al considerarlas tan obvias. Tenemos que advertir que esta lista no es una selección de álbumes imprescindibles, pero sí son discos que debería escuchar quien tenga tiempo y ame los efectos de los pedales en las guitarras.
The Ecstasy of Saint Theresa – Susurrate (1992)
Siguiendo la estela de My Bloody Valentine, estos chicos de la República Checa mezclaron noise con psicodelia y su primer resultado fue el caótico y hermoso Susurrate. Tiempo después se interesarían más por la música ambiental, pero por lo menos en esta primera etapa, The Ecstasy of Saint Theresa es una banda ruidosa y emotiva.
Este álbum es interesante en el sentido que es reflejo de la temprana influencia del shoegaze de Reino Unido en otras áreas de Europa.
Lilys – In the Presence of Nothing (1992)
Liderada por Kurt Heasley, Lilys fue la respuesta estadounidense al shoegaze en una escena en la que dominaba el noise rock y el grunge. En las primeras producciones de la banda podremos escuchar las consabidas guitarras que suenan a cuchillos siendo afilados y voces llenas de murmullos.
In the Presence of Nothing es un álbum melancólico, y aunque también enarbola el ideal de la juventud con gallardía, no deja de ser en muchos aspectos una obra derrotista, fiel reflejo de la mente de un adolescente deprimido.
Mellonta Tauta – Sun Feel (1994)
Nereidas del Mar del Plata, Mellonta Tauta recuperó ese sonido dreamy a lo Cocteau Twins y lo derramó en versos que combinaban el mapuche, el español y el inglés, con voces oscuras, dulces, y reverberantes, siempre acompañadas (en ocasiones, sepultadas) por el electrizante sonido de la guitarra. Sun Feel, su primera producción, se lanzó en 1994 publicado por Hyperium Records. 15 canciones conforman este álbum, todas tan dulces como el primer amor y algunas tan sombrías como el mismo sueño de la razón.
Borax – C (1995)
¡Ah, Borax!
Provenientes de Estonia, e influenciados por el grunge, Borax adoptó las densas capas de sonido propias del shoegaze y terminó por hacer su propia cosa.
C, álbum que logró a darse a conocer por el boca en boca y gracias a los casetes que se fueron distribuyendo de manera más bien underground a lo largo de Europa, es uno de los discos más bucólicos que he encontrado dentro del género, con una presente nostalgia por la naturaleza y deseo sentimientos de tranquilidad. Dentro de este listado, es una de las recomendaciones más alegres que podrás encontrar.
Coaltar of the Deepers – No Thank You (2001)
Coaltar of the Deepers se ha convertido en una de mis bandas favoritas y creo que No Thank You uno de los mejores álbumes, en general, que he escuchado.
Son japoneses, y tal vez por ello su interpretación del género se aleja bastante del modelo europeo. Su música es una mezcla de hardcore, electrónica e incluso rock de opening de anime: todo aderezado con las melódicas y convulsas guitarras de Narasaki. A quien le guste el screamo, hallará una grata sorpresa en No Thank You.
astrobrite – super crush (2003)
astrobrite (así, en purasminúsculas) es el proyecto en solitario de Scott Cortez, estadounidense fundador de esta otra hermosa banda llamada loveliescrushing. Su música es experimentación total con el sonido, y si tratáramos de definir de qué va su proyecto, podríamos decir que se trata de la cara luminosa de la moneda que conforman él y Merzbow.
super crush está lleno de sonidos caóticos y sentimientos exacerbados por una tóxica emoción. Es ruido casi puro, y super crushed es una muestra de ello: una avalancha de sonidos que, encandilados, puede sepultarnos.
Deerhunter – Weird Era Cont. (2008)
La música de Deerhunter es escapista. Sus canciones evocan nostalgias pasadas y la guitarra de Lockett Pundt (por favor, vayan a escuchar Lotus Plaza, su proyecto en solitario) es lo más parecido en sonido a la sensación que te podría dejar una íntima ensoñación al despertar. Weird Era Cont. fue el primer disco que escuché de la banda, recomendación de La Reclu, y probablemente fue también el primer disco de shoegaze haya escuchado en mi vida.
Al final, mucho de lo que nos gusta en el arte es asociación, y este disco fue un refugio para mí tras la muerte de mi padre y por eso le tengo un especial cariño. ¿No lo decía Pessoa? “El arte tiene sentido porque nos saca de aquí”.
Black Tambourine – Black Tambourine (2010)
La música de Black Tambourine es música para corazones rotos y para fanáticos del sonido de Sarah Records (aunque ellos son estadounidenses) y del punk, pero más en la lógica de los Ramones.
Conjunto ruidoso y desparpajado, Pam Berry cantó con esta banda las ansiedades de la scene in between y el ideal de los jóvenes y diletantes amantes. Recomiendo ampliamente el álbum homónimo de 2010, el cual recopila su primer álbum de 1999, que a su vez es una antología de todos los singles publicados por la banda en la década de los 90. Es decir: escúchenlo todo.
Pinkshinyultrablast – Happy Songs for Happy Zombies (2009)
Estos rusos tomaron su nombre de un álbum de astrobrite, y aunque no experimentaron en la manera en la que lo hizo Scott Cortez, no podemos negar que este EP, Happy Songs for Happy Zombies, está cargado del ruido más abrasador y líricas tan tiernas como ingenuas. Pinkshinyultrablast son un buen ejemplo de lo que es el shoegaze en la actualidad (también escuchen a Ringo Deathstarr si están interesados).
Mint Field – Sentimiento Mundial (2020)
Tengo que admitirlo: estoy obsesionado con Mint Field, una banda orgullosamente (?) mexicana. Verlos en vivo es sentir en carne propia la naturaleza del sueño, sumergirse de lleno en él, y es que, entre etéreos e hipnóticos arreglos instrumentales y los suaves tonos de la voz de Estrella del Sol, cualquiera puede entrar trance, de verdad, solo salirse del radar del tiempo y dejarse llevar.
Como muchas otras bandas en este listado, Mint Field abreva del shoegaze, pero termina por hacer su propia cosa: magia pura, si tuviéramos que ponerle un nombre.
Éxtasis y vino, depresión, sueños, corazones rotos y densas capas de sonido perforadas por voces etéreas conforman un poco el imaginario de este género. Y guitarras, claro, MUCHAS guitarras. Lo cierto es que si Orfeo viviese en nuestra época, también sería un imitador de Kevin Shields.
Queridos lectores, esperamos que aprovechen y disfruten esta humilde selección de discos, y que todos se dejen hipnotizar por el evanescente, irreal y profundo tono de la música para mirarse los zapatos.
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