Disney Congelado

¿Cómo se comenzó a difundir la idea sobre la existencia del cuerpo congelado de Walt Disney?

El 15 de diciembre de 1966, el mundo recibió una noticia perturbadora.

Walt Disney, el visionario creador de personajes mundialmente famosos como Mickey Mouse y el Pato Donald, había fallecido a los 65 años de edad.

Dejando un enorme legado de películas innovadoras, historias entrañables, personajes inolvidables y verdaderas ciudades destinadas a la diversión como Disneyland y Disney World.

Sin duda, se trataba de una pérdida irreparable para el mundo del entretenimiento.

Excéntrico y millonario, la vida de Walt Disney y los escasos detalles sobre cómo se dispondría de su cuerpo material, dieron pie a que los cerebros conspiranoicos desataran su imaginación, difundiendo rumores sobre el destino de los restos mortales del creador.

Un hombre que hizo de la imaginación su modo de vida y le interesaba el desarrollo tecnológico, seguramente debía tener un plan secreto para preservar su legado y la maquinaria orgánica que se convirtió en la fábrica de sueños.

Durante muchos años, Walt Disney fue fumador crónico. En consecuencia, sufrió de EPOC, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, además de enfisema y una columna vertebral muy dañada, debido a la caída que sufrió montando a caballo en 1930.

El 2 de noviembre de 1966, el trabajo creativo de Walt Disney se vio interrumpido por los dolores que sufría en el cuello y piernas.

El 6 de noviembre, Walt Disney se sometió a cirugía, sin embargo, no había buenas noticias. Los cirujanos descubrieron un tumor propio del carcinoma broncogénico; en consecuencia, el cáncer ya se había extendido e inflamado sus ganglios linfáticos y otras partes de su cuerpo.

Además de atender los asuntos de la empresa y visitar a sus familiares, su cuerpo y mente se fueron debilitando más y más, debido a la quimioterapia y al uso de cobalto durante los tratamientos con rayos X de la época.

La mañana del 15 de diciembre de 1966 tuvo que ser llevado de emergencia al hospital, debido a un colapso en el sistema circulatorio. Desafortunadamente los médicos no pudieron salvar su vida.

Además de los negocios relacionados con los dibujos animados, películas y parques de atracciones, el Tío Walt también estaba interesado en los avances tecnológicos en todos los ámbitos, especialmente en lo relacionado con la medicina, la ciencia y artefactos tecnológicos que pudieran mejorar nuestra existencia en el planeta.

Justo esa fascinación lo llevó a crear atracciones como EPCOT Center dentro del complejo Disney World.

EPCOT son las siglas de Experimental Prototype Community of Tomorrow. Es decir, un prototipo experimental de comunidad del mañana, cuyo objetivo era mostrar la visión que tenía Walt Disney sobre cómo vivirían, trabajarían y sobrevivirían los norteamericanos del futuro.

Tomando en cuenta estos antecedentes, muchos conspiranoicos concluyeron que era muy probable que tuviera algún interés en la criogenia.

Algunos autonombrados “expertos” en la biografía de Disney, aseguran que estuvo muy interesado en un libro en particular: The Prospect of Immortality, publicado en 1962.

El autor, Robert Ettinger, era un académico de la Universidad de Wayne State. En el libro describe los aspectos científicos, técnicos, legales e incluso éticos y morales, sobre la preservación de cuerpos humanos con el objetivo de revivirlos posteriormente.

Aunque dejaba muy claro que, en el momento, la ciencia no tenía los medios ni los conocimientos para traer de vuelta a la vida a una persona congelada, Ettinger estaba seguro de que en algún punto la ciencia avanzaría lo suficiente como para regresarlos a un estado previo a su muerte, o incluso mejorar su cuerpo y mente.

Otros conspiranoicos señalan que probablemente Walt Disney habría leído un artículo llamado Never Say Die, publicado en la revista Time en febrero de 1967.

El artículo cuenta que el doctor James Bedford, un profesor de psicología aquejado por el cáncer, dejó a sus allegados $4,200 dólares para que su cuerpo de 73 años fuera conservado en nitrógeno líquido, dentro de una cápsula metálica, a 200 grados centígrados bajo cero, con la esperanza de ser resucitado en el futuro.

¿Cómo se comenzó a difundir la idea sobre la existencia del cuerpo congelado de Walt Disney?

Se cree que un grupo de empleados tenían un sentido del humor bastante retorcido, y constantemente bromeaban con la idea del cuerpo congelado de su jefe, que no los dejaría descansar, aunque hubiera fallecido.

Este rumor de alguna manera llegó hasta las oficinas de un tabloide llamado The National Spotlite, quienes decidieron abundar más en la siniestra historia.

Sabiendo sobre el grave estado de salud de Walt Disney y que nadie tenía idea de lo que había sucedido con su cuerpo material, se presume que un reportero anónimo, se disfrazó de enfermero residente para ingresar al hospital Saint Joseph en Burbank, para buscar pistas.

El supuesto reportero estuvo buscando el cuerpo del Tío Walt sin lograrlo, hasta que por casualidad entró a una bodega donde hizo un descubrimiento escalofriante.

Ahí dentro se encontraba el cuerpo congelado de Walt Disney, dentro de un enorme cilindro metálico.

Luego de la publicación del estrafalario reporte y el revuelo que causó, otras publicaciones, incluso europeas, quisieron aprovechar el morbo generado para vender algunos cientos de ejemplares.

Diversos tabloides franceses y británicos, además de reproducir la historia, incluso daban por sentado que el cuerpo de Disney sería descongelado exactamente en 1975, gracias a un supuesto acuerdo entre Disney, los médicos y los expertos en criogenia encargados del procedimiento.

Otros aseguraban que, tras ser descubierto en las instalaciones del hospital, el cadáver fue escondido en una cámara de refrigeración, construida varios metros debajo del juego mecánico Piratas del Caribe, ubicado en Disneylandia de Anaheim, California.

Una teoría aún más inverosímil, señala que no se conservó el cuerpo de Walt Disney, sino únicamente la cabeza. Después de todo, la cabeza era el alojamiento del cerebro que emitía todas esas ideas geniales.

Por fantástica que parezca, la industria de la criogenia es una realidad.

Hoy en día existen múltiples compañías bien establecidas que se dedican a preservar cuerpos, hasta que sea posible devolverles la salud física y mental.

Año con año, cientos de personas son sometidas al proceso de criogenización, y otros cientos están haciendo todos los preparativos necesarios para llevarlo a cabo.

Aunque resulta fascinante, no hay ninguna evidencia –suficientemente sólida– que demuestre que Walt Disney se encuentra congelado en una cámara frigorífica secreta.

No importa cuántas veces los conspiranoicos quieran señalar que la película Frozen fue creada con el propósito de ocultar la información sobre el paradero del fundador de la compañía, pues al hacer una búsqueda de las palabras Disney y Frozen en Internet, sólo hay resultados del hoy famoso largometraje animado.

La propia hija de Walt, Diane Disney, en repetidas ocasiones ha confirmado que nunca fue deseo de su padre que su cuerpo fuera congelado, y tiene serias dudas de que siquiera haya escuchado hablar sobre la criogenia.

De hecho, Walt Disney fue cremado dos días después de su muerte. La urna fue depositada en el mausoleo de la familia Disney, ubicada en el cementerio Forrest Lawn, de Glendale, California.

Hasta el día de hoy, varias generaciones siguen cautivadas por los personajes, las historias y las canciones que Walt Disney y sus herederos siguen llevando esto a las pantallas de todos los tamaños.

Pero si acaso concediéramos que pudiera hacerse realidad, resucitar a Walt Disney representaría para la empresa el evento más espectacular que podría crear la gran fábrica de sueños: el triunfo de la vida sobre la muerte.

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